En el momento de la muerte el Ego se encoje, esto es sabido, en ese momento solo sentimos si nuestra vida fue una vida plena, una vida con significado.

Si hemos vivido todo lo que vinimos a vivir y hemos desarrollado todo lo que vinimos a desarrollar en el momento de la muerte nos iremos sin pena, nos iremos satisfechos.

Si en el momento de la muerte tenemos pena, es por todo lo que no hemos vivido, por todo lo que queda por hacer, por la plenitud no vivida.

De modo que mirado desde el momento de la muerte es mas seguro hacer que no hacer.

Si nos vamos de este plano con pena de una vida no vivida es el peor escenario, todo lo demás esta justificado, todos los fallos, todas las imperfecciones, todos los ridículos.

Solo nos habremos traicionado, sin saberlo, si no lo hemos intentado.

Tendremos miedo a la muerte si hemos tenido a la miedo a la vida.